La no entrega de
permisos por parte de la Dimar y decisiones del gobierno departamental dieron
al traste con las iniciativas. El Camellón tampoco se construirá.
Con
la firma del contrato 788 de 2009 entre la Gobernación de La Guajira y la Unión
Temporal Turismo Guajiro, -por 20 mil millones de pesos- aumentaron las
esperanzas para los habitantes del sector turístico de Manaure Abajo. Dentro
del Plan de Infraestructura Turística se incluía la recuperación de 13 kioscos
en las playas de Manaure, el Camellón de la calle primera, y la intervención de
playas en los corregimientos de Mayapo y El Pájaro. Luego en 2011 el contrato
fue modificado y el gobierno departamental excluyó las obras del Pájaro y
Mayapo.
El objetivo del proyecto no era otro que
fortalecer e incentivar la parte turística y cultural, reparando los trece
kioscos actuales, mas la construcción de uno lo cual permitiría aprovechar de
mejor forma el espacio público de las playas de Manaure. De hecho, después del
Cabo de la Vela, Manaure es el segundo destino turístico preferido en La
Guajira por los visitantes del país y el exterior.
Hoy
la realidad señala que el proyecto ya no va, y los recursos – 600 millones de
pesos- se focalizaron en la ejecución de otras obras el departamento de La
Guajira. Pero las malas noticias para Manaure no paran allí, Diario del Norte
conoció de forma extraoficial que el proyecto para la construcción del Camellón
Turístico de la calle primera –por 2.000 millones de pesos- quedó excluido por
decisión del gobierno departamental, a pesar de que ya tenía el permiso de la
Dirección General Marítima - Dimar.
“Es
lamentable que de cuatro proyectos turísticos el municipio de Manaure se haya
quedado sin nada por negligencia de la Dimar y las decisiones políticas del
gobierno departamental. Manaure es un destino turístico importante de Colombia
no se explica por qué este tratamiento con nuestro pueblo”, señaló Cristóbal
Cuadrado, líder comunitario de Manaure.
Un
vocero de la Unión Temporal Turismo Guajiro –quien prefirió omitir su nombre-
señaló que la Dimar argumentó que el permiso para los trabajos de adecuación en
las playas de Manaure Abajo no se podía expedir ya que estos fueron construidos
sin ningún permiso en la década de los noventa.
Negligencia
ó estudio minucioso de la Dimar, decisiones políticas más no técnicas de la
administración departamental, lo cierto es que el municipio de Manaure
jurídicamente lleva tres años con las manos amarradas para solucionar un tema
que es vital en un pueblo cuya vocación turística se ve reflejada en cada
temporada vacacional del año. Las playas de Manaure seguirán abarrotadas
durante la Semana Santa, en medio de la incipiente infraestructura turística
porque en la tierra del realismo mágico la realidad supera la ficción.
TOMADO DE DIARIO DEL NORTE - KENNETH RIVADENEIRA - CORRESPONSAL