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sábado, 8 de diciembre de 2018

Nueve años sin el médico manaurero Jairo Pushaina Arpushana


Jairo Pushaina Arpushana
                   
Por Kenneth Rivadeneira

La conmoción que causó el trágico fallecimiento del ex secretario departamental de asuntos indígenas y médico Jairo Pushaina Arpushana, tras sufrir un accidente de tránsito la noche del martes ocho de diciembre del año 2009, sigue viva en el recuerdo de miles de manaureros que tuvieron la oportunidad de interactuar con un hombre noble, sencillo y servicial.

Aproximadamente a las 6:30 pm, en la vía que de Manaure conduce a Uribia, unos metros más adelante de Villa Sara, sufrió un aparatoso accidente de tránsito el medico Jairo Pushaina, hecho en el que también perdió la vida el líder wayuu de Uribia y representante legal de la asociación de autoridades tradicionales de Shimoru, Alberto Epieyù Almazo, quien acompañaba al médico manaurero.

Jairo Pushaina Arpushana quien se desplazaba en un vehículo Toyota Prado –de su propiedad- colisionó con un camión tipo 750 dedicado al transporte de sal en la ruta Manaure - Maicao. Sobre este particular, luego del incidente tanto el médico Jairo Pushaina, como su acompañante, fueron traslados de urgencia al hospital Armando Pabón López de esta población, donde recibieron los primeros auxilios, y se produjo el fallecimiento del líder wayuu Alberto Epieyù.

Entre tanto durante aquella trágica noche, Jairo Pushaina fue remitido al municipio de Uribia debido al estado de gravedad, que de acuerdo al diagnóstico del galeno Diego Armando Bueno, registraba un trauma craneoencefálico severo, producto del fuerte impacto que recibió en el accidente.

Una vez en Uribia, el personal médico consideró que debía ser trasladado a Maicao puesto que en ese momento su estado de salud era bastante delicado, pero desafortunadamente no alcanzó a llegar con vida al hospital de la ciudad fronteriza, pese a que el médico que lo acompañaba en la ambulancia hacía enormes esfuerzos por evitar su fallecimiento, el cual se registró aproximadamente a las 8:15 PM. Una vez conocida la trágica noticia hasta el hospital San José de Maicao se trasladaron familiares, amigos, periodistas, diputados y el gobernador de la época, Jorge Pérez Bernier, entre otras personalidades del departamento.


Jairo Pushaina Arpushana –Wayuù nació en Manaure un 28 de enero de 1.961, en el hogar conformado por Chelo Arpushana y María Teresa Pushaina, ambos del corregimiento de Shiruria. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Urbana Mixta # 1 y de allí pasó al Colegio Nacionalizado Eusebio Septimio Mari, donde inició sus estudios secundarios, los cuales culminó con éxito en la Divina Pastora de Riohacha.
Convencido que los triunfos laborales llegan de la mano con la preparación académica, Jairo Pushaina se traslada a México y adelanta estudios de medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara donde culmina ese sueño fijado en la mente desde que era un niño y su vida transcurría entre la escuela y la ranchería de sus padres. Una vez finalizada su carrera viaja a la ciudad de Santa Marta y hace el internado en el Hospital San Juan de Dios donde comienza a dejar huella por su capacidad profesional, vocación de servicio y lo acertado de sus diagnósticos.

Un wayuu de trayectoria
En su trayectoria política y profesional el medico Jairo Pushaina había ocupado diversos cargos, entre ellos director del hospital local de Manaure, La Guajira, cuando pertenecía a IFI Concesión Salinas, Subsecretario de Salud Departamental, en el gobierno de Álvaro Cuello Blanchar, y Secretario Departamental de Asuntos Indígenas, cargo al que llegó en reemplazo de la también desparecida líder wayuu de Manaure Idalmis Donoso Iguaràn.

Jairo Pushaina como jefe de la cartera de Asuntos indígenas, había gestionado el proyecto de fortalecimiento institucional relacionado con los Derechos Humanos, la remodelación y optimización de la Casa Indígena en Riohacha, el Plan de Abastecimiento de Agua en las comunidades de la Alta Guajira y adelantaba un arduo trabajo en la consolidación del grupo de palabreros que venía recorriendo todo el departamento, resolviendo conflictos de alto nivel, como el caso de la Asociación Sumain Ichi y las Salinas de Manaure. De igual forma, el médico Jairo fue candidato a la alcaldía de Manaure en tres ocasiones, dos de ellas con el aval del Partido Liberal Colombiano y en la elección de 2007 obtuvo 5.600 votos, proyecto político que fue avalado por el movimiento Alianza Social Indígena.

Profesional por convicción
El médico Jairo Pushaina estaba casado con la etnoeducadora Melida González, de cuya unión nacieron Jairito, Jaidith, y Jaider. Sus amigos lo calificaban como un hombre de palabra, sencillo, trabajador, amigo de sus hijos y luchador. Sumado a esto, todos reconocían en él su gran vocación de servicio con los indígenas wayuu que de forma permanente acudían a su casa para ser atendidos en el consultorio que había acondicionado para este tipo de situaciones. Esa era la esencia de su profesión, sabía lo que era levantarse en la madrugada para atender un parto, a un herido, un niño, o resolver un evento crítico similar al que le arrebató la vida aquella noche del ocho de diciembre de 2009.

De forma coincidente, Jairo Pushaina Arpushana perdió la vida cuando se encontraba en un momento importante de su vida profesional y política, al igual que Idalmis Donoso Iguaràn, ambos eran manaureros, profesionales, wayuu, de la casta Pushaina, aspiraron al primer cargo público de Manaure y dejaron igual número de hijos.

De forma premonitoria su hijo menor Jaider Pushaina González –hoy profesional de la odontología- había publicado una semana antes del accidente en su perfil de Facebook la siguiente frase: “Al final todos tenemos que morir”.  

Cuando el féretro Pushaina Arpushana arribó a Manaure seguido de una extensa caravana de vehículos, cientos de mantas y sombreros wayuu se veían en el barrio La Cruzada a la par de desgarradoras escenas de dolor por esta pérdida irreparable para Manaure y su gente.

Medico Jairo Pushaina Arpushana, en el lugar donde estés Manaure te sigue recordando nueve años después.