Sharethis

lunes, 18 de marzo de 2013

Alimentación escolar: una opción de vida para los niños wayuu de Manaure y Uribia




20.456 niños reciben un almuerzo todos los días. En el 90% de los casos es la única comida durante el día.

*Camilo Uriana –de 7 años- se levanta todos los días con una motivación extra para ir a estudiar. Al igual que 20.456 niños en los municipios de Manaure y Uribia el almuerzo o desayuno que les ofrece el programa de alimentación escolar, en el 90% de los casos representa la única comida del día. Este drama que padecen los niños de la zona rural del norte de la Guajira, contrasta con las exigencias de algunas entidades del estado colombiano a la hora de pedir mejoramiento de la calidad educativa.

Para Harold Uriana, representante del Consorcio Bienestar Total, la situación de los niños beneficiarios del programa es compleja. “La gran mayoría solo se alimentan con el almuerzo que se les brinda en las aulas, en todo el día es la única comida que reciben porque las condiciones económicas dentro de sus comunidades son deprimentes”, señaló el representante de Bienestar Total.

El Programa de Alimentación Escolar PAE, del ICBF en Departamento de La Guajira, suministra desayunos ó almuerzos en 330 unidades de servicio a niños, niñas y adolescentes. “Aparte de mantener la matricula en las instituciones educativas publica evitando la deserción escolar, estos niños ven en el programa una verdadera opción de vida, de no existir el programa más de 20.000 niños tendrían que padecer hambre física, es una dura realidad”, puntualizó Karen Rodríguez, nutricionista dietista.

Uno de los objetivos de estos programas es el desarrollo de la economía regional y local a través de la compra de alimentos como el chivo y el pescado a miembros de la etnia wayuu y productores agropecuarios, en un departamento donde los indicadores sociales son los más bajos del país.

Para el médico Carlos Montenegro, especialista en salud ocupacional, el trabajo con las comunidades indígenas permite dimensionar el problema de hambruna que se registra no solo en el norte de la Guajira. “Desde la Alta Guajira hasta la Jagua del Pilar los problemas nutricionales son bastante complejos”.

En medio de la nostalgia de aquella época ‘dorada’ por el boom de las regalías, y de los discursos trasnochados de cientos de políticos que en vez de quejas deberían expresar un categórico Mea Culpa, *Camilo Uriana seguirá asistiendo a esa cita ineludible con las letras y números, aunque su destino le indique todos los días que de tres comidas diarias, apenas podrá consumir una porque la dura ‘ley’ de la vida así lo determinó.