Los representantes de
ambos clanes manifestaron que pedirán una indemnización al estado colombiano y
la empresa Chevron.
José del Carmen Bonivento y Alberto Meza Ipuana, sellaron la paz en la comunidad de Wasaisirra.
Treinta
y cinco años de guerra -entre los clanes Ipuana y Uriana- terminaron en
cuestión de horas con la firma de un acuerdo de paz en la comunidad de
Wasaisirra, sector de La Sabana, municipio de Manaure. El mensaje fue
contundente: La paz sí es posible.
El
estrechamiento de manos como símbolo de respeto y armonía fue una especie de
auto regresión colectiva donde los miembros de ambos clanes recordaron aquellos
tiempos cuando compartían el territorio, mucho antes de que las diferencias de
tipo material y territorial acabaran con la vida de más de treinta personas en
los últimos treinta y cinco años.
Esta
confrontación tal como lo manifestaron sus protagonistas tuvo su origen con la
llegada de la empresa Texas –Hoy Chevron- y la distribución de beneficios
sociales en las manos de unos pocos.
“Varios
de nuestros familiares murieron por el conflicto, pero lo más importante se dio
hoy un acontecimiento que traerá la tranquilidad a los dos clanes”, señaló
Evelis Valdeblanquez Deluque del clan Ipuana.
Por
su parte, y en tono conciliador Ramiro Epieyú Uriana aseguró que tiene el
conocimiento de que el clan Ipuana siempre habitó en el territorio donde se
encuentra la empresa Chevron en el corregimiento de El Pájaro. “Los Ipuana
permitieron que los Uriana se asentaran en el territorio, el señor Pirrita
Epinayú conoce la historia del territorio donde vivieron los Ipuana, este
mensaje lo traigo en nombre de él, para que los Ipuana retornen a la tierra que
les pertenece”.
En
el acuerdo de paz participaron por el clan Ipuana, Nicanor Meza Ipuana, José
del Carmen Bonivento en representación del clan Uriana, Orangel Gouriyu Gouriyu,
palabrero, Randall Hoyos Vangrieken secretario de gobierno de Manaure, Manuel
Mengual Quintero en representación del gobierno departamental, Inocencio González
palabrero de la Alta Guajira, Ezequiel Prieto Hernández palabrero y
representante legal de la asociación Wayuu Araurayu, Julieth Sánchez y Lorena
Rey Anaya del Ministerio del Interior, y el subintendente Leonis Vergara,
coordinador proceso e prevención Policía Departamento Guajira.
La
firma de la paz entre los clanes Ipuana y Uriana debe ser un ejemplo a imitar
por todas aquellas familias colombianas que hoy se encuentran en confrontación.
Ese sería el mejor preámbulo para la firma de un acuerdo definitivo que permita
la reconciliación nacional y acabe de una vez por todas con más de cincuenta
años de guerra.
TOMADO DE DIARIO DEL NORTE


